Los Tsáchilas o Colorados
Es uno de los importantes atractivos que posee la ciudad y que ha logrado conservar
su cultura a través de los años. Comunidades como: Chigüilpe, Otongo – Mapalí, El Bua,
Peripa, El Poste, Cóngoma Grande y Los Naranjos presentan a los turistas sus costumbres
tradiciones ejemplos de sus antiguas viviendas tipo de alimentación.
FIESTA TSACHILA
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VESTIMENTA
A pesar del
acelerado contacto con la sociedad mestiza, los líderes colorados tratan de
hacer lo posible por no permitir que se pierda el temperamento y carácter
propio de los suyos, conservan elementos culturales que les da atracción
étnica. El vestido de los Tsáchilas, es sencillo y ligero.
Hombre: Como parte importante de su presentación, el
tocado del cabello es originalísimo, y exclusivamente de los hombres, ya que
aún se rasuran el pelo, por la parte posterior hasta llegar a la corona,
teniendo cuidado en dejar en la parte superior, el pelo muy largo, al que hacen
caer hacia a delante a manera de casco o visera, modelada con achiote, quedando el cabello de color rojo.
Para esta coloración colocan semillas en una hoja
grande de plátano, lo mezclan con grasa o aceite, con sus manos realizan la
mezcla en la hoja de plátano y proceden a
untase en el cabello hasta cubrir el
cuero cabelludo por completo con una capa espesa de pasta roja.
El hombre tsáchila, acompaña al cabello pintado, con
una pequeña corona de algodón “misilí” de forma circular, que se la pone sobre
del cabello. Además se coloca al cuello cintas amarradas y sujetas en la parte
delantera con un imperdible.
El vestuario tradicional en el hombre, consiste en,
una faldilla o conocido también como taparrabos de rayas horizontales “Mampé
Tsampé” de color azul y blanco, que se envuelven en las piernas de la cintura
para bajo, dejando siempre en la parte delantera un abertura para facilitar los
movimientos al caminar.
Algunos hombres utilizan, un gran pañuelo “Nanun Panu” que se ponen en el hombro izquierdo, en colores muy fuertes como rojo, amarillo, con flores o cualquier otro estampado. Traen una faja roja alrededor de la cintura “Sendori”, esta faja es bastante larga que da tres vuelta para sujetar la faldilla y lo amarran en la parte derecha.
Mujer:
La vestimenta de la mujer tsáchila es sencilla
y acorde a sus necesidades cotidianas y consiste en una faldilla “Tunán”
de colores como el amarillo, rojo, azul, tomate, verde, en franjas
anchas y
angostas. No usan faja para ceñir su cintura, a la espalda y anudada al
cuello
llevan una ligera tela de colores, de unos 90 por 90 cm., que no tiene
nombre
en idioma tsafique, posiblemente por haber sido adoptada recientemente.
En la
antigüedad las mujeres llevaban el dorso desnudo, hoy en día son pocas
las
mujeres que continúan con esta tradición. Las chicas de hoy en día
utilizan
blusas como los mestizos, sin embargo el resto del vestuario lo
conservan.
Sus principales adornos: Adornan su cuello con, collar o mullos “win”, es el adorno que distingue a las mujeres tsáchilas, ya que al colgarse en el cuello llegan hasta el abdomen, generalmente este collar está formado por semillas, churos pequeños, y pepas de San Pedro, a estos mullos, lo añaden espejos pequeños.
Sus principales adornos: Adornan su cuello con, collar o mullos “win”, es el adorno que distingue a las mujeres tsáchilas, ya que al colgarse en el cuello llegan hasta el abdomen, generalmente este collar está formado por semillas, churos pequeños, y pepas de San Pedro, a estos mullos, lo añaden espejos pequeños.
Sus cabezas adornan con una diadema de cintas, que van
desde la frente y dejan caer hacia atrás, son cintas multicolores que
representan al arco iris.
Otro aspecto particular es que mujeres y hombres, suelen untarse el cuerpo y rostro, con diseños simples de líneas negras con el tinte obtenido del huito, los diseños son de producciones exactas de sus prendas textiles, líneas horizontales. Se ha observado que en festejos ellos se pintan los pies y la parte baja de las piernas de color negro.
La vivienda de los Colorados en la antigüedad, eran
sencillas rectangular de 7 a 15 metros de longitud y de 5 a 10 metros de ancho.
La casa era una sola pieza. Paredes de chonta guadua o pambil rajado. Los
pilares de pambil rollizo. La cubierta de paja, el piso era de tierra del mismo
suelo. Con el paso de los años cambiaban y hacían sus casas concisas elevadas,
sea de tablas o de chonta picada, y techos mayormente de zinc, con paredes de
tabla, no se encontraban dos casas, que se encuentren a la vista de otra, hoy
por los colonos es notable ver que las casas se encuentra no muy separadas unas
de otras. Hoy en día las casas están adaptadas a la vivienda mestiza, se
produjo el gran cambio de edificar sus casas de hormigón armado, en ocasiones
de dos pisos, con techos de zinc o eternit, separando los cuartos en: cocina,
sala y dormitorio, todo esto con los mismos utensilios que poseen los colonos o
mestizos. Tanto el exterior como el interior de la casa es usualmente limpio y
más bien, ordenado.Lo que queda de las viviendas antiguas se ha dejado
exclusivamente para reuniones hechas, por el líder de la comunidad.
La forma de alimentarse así como también otros
aspectos de la vida va cambiándose. En la antigüedad los colorados usaban para
servir el café, jugos, o agua un mate o una calabaza de pequeño tamaño ahora se
ha generalizado el empleo de vasos y tazas, comían dos veces al día por la
mañana, al ir a sus faenas y al anochecer, cuando regresaban de sus trabajos.
Se cree que en el tiempo intermedio debían servirse algún alimento, que podrían
ser frutas.
En el sector el consumo de hortalizas es mínimo,
desapareció el uso de ollas de barro, la cocina a gas se ha generalizado, los
productos como aceite, manteca, azúcar, carne, fideos, arroz, la preparación de
la comida es similar a los mestizos.
En la actualidad se alimentan tres veces al día lo que
se introdujo de la alimentación utilizada por los mestizos, ya no interesa
comida preparada a base de animales de pesca, o caza, que era un alimento
preferido por los colorados ya que era resultado de la astucia y fuerza del
hombre Tsáchila, en el presente es común ver en su refrigeradora que guardan
alimentos adquiridos en el mercado.
Uru: Consiste en la chicha fermentada a base de yuca, además utilizan esta bebida en las ceremonias y fiestas.
Lucupi: Sopa de Plátano verde.
Anó – ila : Se prepara con plátano verde molido,
previamente cocido. El plátano se tritura en una tabla rectangular “runza” sustituye
a la piedra de moler, para triturar el plátano se utiliza un rodillo de madera,
el “anó-ila” es conocido también como bala nunca falta en el hogar Tsáchila.
Piyu – bilú: Consiste en moler el plátano con choclo,
una vez molido, lo mezclan y lo cocinan finalmente sirven en las hojas del
choclo o del plátano.
Jugo de Caña: se trituran los tallos de caña en el
trapiche, que es un instrumento primitivo, una vez triturado la caña se obtiene
el zumo que se lo deja en fermentación para obtener el guarapo.
Malá: Es una bebidas fermentada de maíz.
Malun Ninpuga: Este plato es preparado a base de
gusanos “mayunes” asados, que crecen en la palma real lo acompañan con limón y
maduro asado.
Chiachano: Consiste en la tilapia envuelta en hojas
recojidas y servido con maduro y limón.
Las artesanías en la etnia Tsáchila son elaboradas en su mayoría por la gran habilidad que tiene la mujer Tsáchila.Lo mas conocido es el tejido de la chumbillina (TUNAN).
Prenda de vestir típica que han venido usando hasta la
actualidad, hombres y mujeres.En la actualidad elaboran ciertas artesanías que
dan identidad a la étnia, los collares, pulseras, el misilí, la marimba
elaborada de pambil y chonta, el rondador hecho con hueso de pavo silvestre
(chitzo), la trompeta con hojas de palma.
Adornos para el hogar como: flechas
de pambil, muñecas tejidas, churos de río, piedras talladas, etc. Ha
desaparecido la costumbre de confeccionar canoas de los troncos de los grandes
árboles que eran utilizados para la pesca y para guardar durante 5 a 8 días el
guarapo que tomaban en las fiestas, debido a que los caudales del río han
bajado su nivel de agua, debido a cambios climáticos y contaminación por parte
de los colonos.
Actualmente los comuneros han implantado la elaboración
de figuras de madera que representan a los aborígenes, uno de los talleres
pequeños ha montado Favio Calazacón de la comuna el poste, también instala un
telar para confeccionar chumbillinas, como rescate de la tradición antigua en
la vestimenta.
Con el uso de herramientas manuales tallan las figuras, utilizan
madera de la zona, principalmente mascarey y balsa.
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